viernes, 9 de abril de 2010

Crónica licántropa

Cruzo calles sin mirar, camino por instinto, creo que rápido, creo que hacia mi casa. La noche y sus sonidos deberían asustarme pero nada aparta tu cara de mi cabeza. Voz y cara, escudo y bala.

Calma relativa. El viento golpea las persianas haciendo que tome conciencia, que cobre vida (¿vida?) y de nuevo... voz y cara. Llanto. Música amortiguada e intermitencias lumínicas. Resucitar.

Exterior. Viento que se solidariza conmigo, furioso. No oigo sino a tus armas mientras enciendo un cigarro a escondidas. A escondidas en una agonía contínua.

He pasado la tarde viendo films sobre grandes causas que empequeñecen ahora mis razones, ridiculizan todo lo que soy... sufrimiento y una cara-proyectil.
Blanca y esférica poseyendo mi balcón. Cigarro nº5. Lamento no tener una causa plural... Me domina la subjetividad y no me importa el Garrote Vil, ni los Salvadores. Acuso a los héroes de los 70 de mi llanto... ¡Bah! Excusas.

¿Qué más da? Estoy rota. ¿Los artífices? Tu voz y tu cara. A lo lejos, farolas atravesando orografías y aquí abajo, terreno urbanizado. Me dan ganas de aullar para que vengas, de aullar bajito y desde adentro. No hace falta gritar más si eres tú.

Ha vuelto la noche que acentúa tu voz y tu cara, mercenarias. Romper. Romper. Romper. Romper.

Ha vuelto la noche, y con ella esta realidad singular... voz, cara, muerte (¿muerte?)


A Salvador Puig Antich,

31 de marzo de 2010


3 comentarios:

  1. Me he encontrado con tu espacio y me gusta lo que escribes. Espero poder seguir leyendo tus palabras, que se parecen tanto a las mías, aunque en realidad no son las palabras sino las percepciones. Weirdo greetings!

    ResponderEliminar
  2. Es todo un placer que te guste lo que escribo!
    Me encantaría leer algo tuyo.

    Muchas gracias :)

    ResponderEliminar
  3. Es un poco complicado, todo me lo guardo para mí, sin embargo creo que tampoco querrías leer mis engorrosos y aburridos escritos jajaa. See you around!

    ResponderEliminar