Oh, Blog... te estoy poniendo los cuernos repetidamente con Mr. Facebook y me olvido de tu presencia. A pesar de todo, en mi corazón virtual sólo hay lugar para ti y para todo lo que supones.
Hoy hago dieciocho años... como dicen mis padres: "¡Hay que ver cómo pasa el tiempo... si parece que fue ayer que nació!". Razón no les falta. Son ya muchos recuerdos almacenados en mi memoria High-Fidelity.
Haciendo retrospect for life, volviendo la vista atrás unos minutos para intentar resumir con unos cuantos vocablos un año plagado de toda clase de cosas... un año lleno... y se me llena la boca al decir que soy capaz de llenar mis días y de pintarlos con colores desconocidos en el mundo real utilizando los pinceles que me da la gana. Durante este año he empezado a desnudarme y a desprenderme de todo lo prescindible.
Dejando ese disfraz de persona normal en la arena, sumergí mi cuerpo hasta la cintura en un agua cálida del cual emanaba un perfume que contiene las esencias de todas las cosas y, como lo único que cubría mi piel es lo que llevo realmente clavado, cicatrices con cara y nombre, el agua empezó a contaminarse de mis alegrías y mis penas, de mis defectos y de mis debilidades y, en lugar de ensuciarse y distorsionar sus olores... me mostró otros más puros aún. Moviendo su lengua de olas me susurró bajito que me dejara ahogar. Ante mi cara de asombro, los labios de espuma blanca temblaron un momento antes de estallar en un llanto tan persuasivo como conmovedor y, aterrorizada y convencida a la vez, me agaché en la orilla de lo desconocido dejándome arrastrar hasta lo más hondo de lo que parecía ser un mar infinito y negro.
Este año ha empezado mi viaje. El mejor crucero que nunca pueda hacer es el que hago con mi mente mientras descubro una luz interna que alumbra el fondo marino virgen en el que aquel día morí y nací.
¡Feliz cumpleaños, pequeño bicho raro!
Hoy hago dieciocho años... como dicen mis padres: "¡Hay que ver cómo pasa el tiempo... si parece que fue ayer que nació!". Razón no les falta. Son ya muchos recuerdos almacenados en mi memoria High-Fidelity.
Haciendo retrospect for life, volviendo la vista atrás unos minutos para intentar resumir con unos cuantos vocablos un año plagado de toda clase de cosas... un año lleno... y se me llena la boca al decir que soy capaz de llenar mis días y de pintarlos con colores desconocidos en el mundo real utilizando los pinceles que me da la gana. Durante este año he empezado a desnudarme y a desprenderme de todo lo prescindible.
Dejando ese disfraz de persona normal en la arena, sumergí mi cuerpo hasta la cintura en un agua cálida del cual emanaba un perfume que contiene las esencias de todas las cosas y, como lo único que cubría mi piel es lo que llevo realmente clavado, cicatrices con cara y nombre, el agua empezó a contaminarse de mis alegrías y mis penas, de mis defectos y de mis debilidades y, en lugar de ensuciarse y distorsionar sus olores... me mostró otros más puros aún. Moviendo su lengua de olas me susurró bajito que me dejara ahogar. Ante mi cara de asombro, los labios de espuma blanca temblaron un momento antes de estallar en un llanto tan persuasivo como conmovedor y, aterrorizada y convencida a la vez, me agaché en la orilla de lo desconocido dejándome arrastrar hasta lo más hondo de lo que parecía ser un mar infinito y negro.
Este año ha empezado mi viaje. El mejor crucero que nunca pueda hacer es el que hago con mi mente mientras descubro una luz interna que alumbra el fondo marino virgen en el que aquel día morí y nací.
¡Feliz cumpleaños, pequeño bicho raro!
feliz feliz no cumpleaños, a ti? A mi!!
ResponderEliminarme encanta como escribes joia
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